En nuestros locos intentos, renunciamos a lo que somos por lo que esperamos ser.
Si no deseas mucho, hasta las cosas pequeñas te parecerán grandes.


Todas las mujeres llegan a ser como sus madres; esa es su tragedia.



Dejemos las mujeres bonitas a los hombres sin imaginación.



Las mujeres son las reinas de los jóvenes, las compañeras de los adultos y las nodrizas de los viejos.



No pongas en duda la inteligencia de tu mujer: mira con quién se casó.



El matrimonio es una mujer más y un hombre menos.



Si has de casarte, cásate por los oídos y no por los ojos .



En la elección de esposa, como en un plan guerrero, equivocarse una sola vez significa la derrota irreparable.

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