Oye, tú fumas entre polvo y polvo? ¡Ya lo creo! Trece o catorce cartones.
En el cine se oye la voz de una mujer: Caballero, le ruego que quite la mano de ahí... No, no, usted no, el otro...
Una mujer conoce a un tipo en un bar … conversan, se entienden y terminan marchándose juntos. Se van al departamento de él y, mientras le enseña el lugar, ella nota que su dormitorio está lleno de ositos de peluche. Todos bien acomodaditos: los mas grandes en la repisa de arriba, los medianos al centro y lospequeñitos abajo.La mujer está sorprendida que un hombre tenga esa colección de peluches, pero decide no comentarle nada y se alegra de que él no tenga miedo de expresar su lado sensible (ese que tanto les gusta a las mujeres).Ella lo ve a los ojos, se besan y en 3 minutos ya están a pleno en la cama.Después de esa intensa noche de pasión, ella feliz con su hombre sensible, acurrucada en él, le pregunta: Y bien ? que tal estuvo? El hombre se da vuelta y con el pucho en la boca le dice:
¡Nada mal!. Podes retirar tu premio de la repisa del medio.
¡Nada mal!. Podes retirar tu premio de la repisa del medio.
María era la más sabrosona del pueblo, la que mejor lo meneaba, la que se los echaba a todos. Un día llega a su casa y su mamá le cuenta que no hay nada que comer.
“Tranquila, mamá ahorita salgo y consigo algo”.
En lo que sale, ve venir a lo lejos al bobo del pueblo con tres gallinas y piensa:
“Listo, a este idiota le quito las gallinas”.
Se arregla el pelo, los pechos y se acerca al tipo:
“Hola, ¿por qué no me regalas esas gallinas?”
“No, esas son mis gallinas”.
María le insiste con voz dulce:
“Anda, regálame las gallinas”.
El bobo le replica:
“No, esas son mis gallinas”.
Ella sigue insistiendo hasta que el tipo le propone:
“Bueno, si me dejas mamarte un seno te doy una gallina”.
Indignada, la chica le contesta:
“¡Estás loco! Por una gallina, no”
“Bueno, entonces me voy”.
María al recordar a su familia cede:
“Está bien, vamos a aquel árbol”.
Se saca un seno y el sujeto comienza a chupar:
“Much, much, much”.
Después de eso, la joven se arriesga:
“¿Por qué no me das otra gallina?”
“No, esas son mis gallinas”.
“Anda, dame otra gallina”, insiste.
“Bueno, si te dejas chupar otro seno”.
“Caramba, está bien, total ya me chupaste una”.
María se saca el otro seno y el bobo:
“Much, much, much”.
Mientras el hombre estaba en lo suyo, María le dice:
“Dame la otra gallina, ¿qué vas a hacer con una sola? ¡Anda!”
“Bueno, si te dejas chupar la cucha”.
La mujer se queda pensando y acepta:
“Está bien, vale”.
Y el bobo empieza a chupar; María comienza a agitarse, a gemir y gritar. Toda excitada le suplica:
“¡No aguanto, métemelo, bobo! ¡Métemeloooooo!”
“Si me das las tres gallinas”
“Tranquila, mamá ahorita salgo y consigo algo”.
En lo que sale, ve venir a lo lejos al bobo del pueblo con tres gallinas y piensa:
“Listo, a este idiota le quito las gallinas”.
Se arregla el pelo, los pechos y se acerca al tipo:
“Hola, ¿por qué no me regalas esas gallinas?”
“No, esas son mis gallinas”.
María le insiste con voz dulce:
“Anda, regálame las gallinas”.
El bobo le replica:
“No, esas son mis gallinas”.
Ella sigue insistiendo hasta que el tipo le propone:
“Bueno, si me dejas mamarte un seno te doy una gallina”.
Indignada, la chica le contesta:
“¡Estás loco! Por una gallina, no”
“Bueno, entonces me voy”.
María al recordar a su familia cede:
“Está bien, vamos a aquel árbol”.
Se saca un seno y el sujeto comienza a chupar:
“Much, much, much”.
Después de eso, la joven se arriesga:
“¿Por qué no me das otra gallina?”
“No, esas son mis gallinas”.
“Anda, dame otra gallina”, insiste.
“Bueno, si te dejas chupar otro seno”.
“Caramba, está bien, total ya me chupaste una”.
María se saca el otro seno y el bobo:
“Much, much, much”.
Mientras el hombre estaba en lo suyo, María le dice:
“Dame la otra gallina, ¿qué vas a hacer con una sola? ¡Anda!”
“Bueno, si te dejas chupar la cucha”.
La mujer se queda pensando y acepta:
“Está bien, vale”.
Y el bobo empieza a chupar; María comienza a agitarse, a gemir y gritar. Toda excitada le suplica:
“¡No aguanto, métemelo, bobo! ¡Métemeloooooo!”
“Si me das las tres gallinas”
Una amiga mía que se llama Merche tiene un novio que trabaja en un concesionario y ella se queja de que tiene deformación profesional hasta en los momentos más íntimos. Sin ir más lejos el sábado él entró en su casa diciendo:- Mercedes!! Benz y ponte A4 patas que te voy a echar un Volvo que te voy a hacer un Clío, que en el Saxo no hay quien Mégane.
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